Entre la «ruina» y el despilfarro: las contradicciones de un mercado loco

Pese a moverse menos dinero que otros años, los grandes han gastado cientos de millones.

Lukaku, con el Chelsea, en el partido ante el Liverpool.

Dicen los expertos que cuando superemos completamente la pandemia vendrán los nuevos años 20. Una época de consumismo, fiestas y sexo después del trauma sufrido por el coronavirus. Y el fútbol, actor principal de una sociedad que desea mirar hacia adelante, no iba a ser menos. «Estamos todos arruinados. El fútbol está en caída libre», avisaba Florentino Pérez en abril, en plena polémica por la creación de la Superliga. Meses después, con la felicidad del verano y la alegría de ver a los aficionados de vuelta en los estadios, ese discurso parece casi olvidado con el mundo del balón viviendo su primer desenfreno postpandémico.

Pese a las pérdidas millonarias de estos últimos 17 meses y de las palabras apocalípticas de los grandes responsables del fútbol continental, el mercado de fichajes de este verano ha sido el más movido que se recuerda. Y son precisamente algunos de los clubes que habían participado en la creación de la Superliga los que están rompiendo la hucha de manera inesperada. Los tres traspasos más importantes del verano han terminado en equipos de Inglaterra: el Manchester City compró a Jack Grealish, del Aston Villa, por 117,5 millones; el Chelsea pagó al Inter de Milán 115 por Romelu Lukaku, y Jadon Sancho abandonó el Borussia Dortmund y firmó por el Manchester United por 85. Sólo estos tres movimientos ya suman más que todo lo que ha gastado la competición española, nostálgica de épocas pasadas y envidiosa de las camisetas de Leo Messi y Cristiano Ronaldo en el PSG y el Manchester United. Los dos grandes estandartes de la Liga durante los últimos 15 años viven ahora fuera de España.

Messi, en su debut con el PSG.

Nuestro fútbol, eso sí, puede dar un golpe encima de la mesa con el fichaje de Kylian Mbappé por el Real Madrid. Un histórico golpe de 200 millones de euros que es también contradictorio por aquel discurso de Florentino, pero lógico si se analizan las ventas del conjunto blanco durante las últimas dos temporadas. Sería la única luz al final del túnel de la crisis del fútbol español, con un campeonato que se ha ido sumiendo en una constante pérdida de talento. En los despachos de los directivos de la Liga se ha observado con rabia e impotencia el poder económico de la Premier League. «Ante ellos no podemos hacer nada ahora mismo», admite a este periódico un representante de un club de la Liga. Un resumen de la situación actual.

ADIÓS DE RAMOS Y VARANE

Además de Cristiano y Messi, han dejado el torneo español Sergio Ramos, que ha cambiado el Bernabéu por el Parque de los Príncipes, y Raphael Varane, su pareja durante más de un lustro, que se ha ido a Old Trafford. Una noria con muchos nombres en la que si ampliamos la mirada observamos que faltan muchos de los millones de otros años. La ruina existe, pero en distintos niveles.

Si analizamos las cantidades gastadas por los conjuntos de las cinco grandes ligas europeas (España, Inglaterra, Alemania, Italia y Francia) durante las últimas temporadas, encontramos que estos meses de julio y agosto han sido los más pobres del panorama futbolístico desde el curso 2014-2015. Este verano se han desembolsado 2.500 millones de euros, por los más de 3.000 de la temporada pasada. Y lejos, muy lejos, quedan los más de 6.000 millones que los clubes se dejaron en la campaña 2019-2020, antes de que el día a día del fútbol y de la sociedad estallara en mil pedazos. En resumen, cuando estiramos la baraja y acudimos a los datos totales, sí se confirma esa «ruina» que apuntaba Florentino y que otros presidentes como Laporta, socio y amigo en el barco de la Superliga, también detallaban: «Nuestra situación financiera es dramática».

La Liga, que ha perdido importancia en las escaleras del fútbol continental, ha firmado a David Alaba (del Bayern al Madrid), Memphis Depay (del Lyon al Barça) y Rodrigo de Paul (del Udinese al Atlético), siendo este último el fichaje más caro del campeonato nacional: 35 millones. Nuestro torneo ha sido el que menos dinero ha movido de las cinco grandes ligas, menos incluso que la alemana y la francesa, históricamente siempre por debajo. Los 20 equipos se han quedado en unos poco interesantes 248 millones, por los 418 del verano anterior y los más de 1.000 millones de la temporada prepandémica.

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