El Atlético remonta al Valencia y sigue de líder imparable

El Atlético de Madrid le remontó al Valencia en un gran partido jugado de poder a poder en el que los rojiblancos demostraron tener mayor pegada con un gran Joao Félix y un efectivo Luis Suárez para reforzar su liderato y mantener la distancia con sus perseguidores.

El conjunto che, pese a la buena imagen que dejó, se queda al borde del abismo, solo le saca dos puntos a la zona de descenso.

Pese a las diferencias en la clasificación, fue un partido jugado de poder con un Valencia valiente y que salió a por el partido. Empezó el Atlético avisando con un remate en carrera de Joao Félix y un cabezazo de Giménez ante el que se lució Jaume, y la respuesta che llegó por medio de Manu Vallejo, pero Oblak tapó el disparo a bocajarro del delantero gaditano.

El partido lo desequilbró Racic con un golazo de bandera. Recibió el serbio un poco alejado de la frontal del área y su disparo, con una rosca perfecta, se coló por toda la escuadra de un Oblak que no pudo hacer nada.

El choque estaba muy abierto y no tardó el conjunto colchonero en responder. Joao Félix se adelantó en un córner a un despistado Correia y remató de manera acrobática con la planta del pie un balón en el área que Jaume no acertó a despejar pese a que llegó a tocar el balón.

Un disparo de Marcos Llorente ante el que Carlos Soler reaccionó para mandar el balón a córner y un penalti reclamado por Thomas Lemar, pero en el que el árbitro interpretó como juego peligroso previo del galo a Maxi Gómez, fueron los últimos intentos del Atlético por marcar.

Simeone metió para la segunda parte en el campo a Renan Lodi por un poco afortunado Vrsaljko y Javi Gracia a Guillamón por el lesionado Diakhaby, y el duelo tras el descanso se fue inclinando poco a poco hacia el Atlético, no tanto por dominio pero sí por llegadas peligrosas.

Y en una de ellas llegó el tanto colchonero. Joao Félix arrancó desde la derecha, le dejó a Luis Suárez y el uruguayo, pese a estar escorado y con poco ángulo, cruzó el balón a la perfección para meterlo en la portería pegado al palo.

El Valencia no se arrugó y fue a por el empate, pero con pocas ideas, sin llegar a crear sensación de peligro real. Mientras, el Atlético salía con furia al contragolpe hasta que en una potente arrancada de Marcos Llorente, el madrileño cedió atrás a un liberado Correa y el argentino no falló y sentenció el choque.

Los minutos finales fueron un quiero y no puedo de un Valencia que dio una buena imagen pero que se fue de vacío ante un Atlético que sigue absolutamente intratable.

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