El Madrid sufre ante el Liverpool, pero vuelve a semifinales tres años después

El Real Madrid se clasificó este miércoles para las semifinales de la Champions League en las que se medirá al Chelsea, tras empatar a cero en su visita a Anfield, en un partido en el que los de Zidane sufrieron pero hicieron muy valioso el 3-1 de la ida.

Los primeros minutos fueron para un Liverpool que, consciente de tener complicada la clasificación, salió a morir al campo y ahogó a los de Zidane con la presión en los pocos minutos que los madridistas supieron lo que era tener el balón en los pies. Las ocasiones, además, cayeron sólo del lado red en los compases iniciales, con un Courtois impecable que salvó a su equipo.

Con un Valverde poco adaptado a su nuevo rol de lateral derecho en ausencia de Lucas, aunque fue de menos a más; y pérdidas de balón en el centro del campo como si Modric y Kroos fueran humanos, el Liverpool campaba a sus anchas con energía imparable. Pasado el primer cuarto de hora, el partido se equilibró y el Madrid gozó de su primera ocasión, un tiro de Benzema tras buena jugada de Vinicius que se estrelló en el palo.

Poco después, Casemiro recibió una dura falta de Fabinho de la que se vengó con Milner en la siguiente jugada, lo que supuso una amarilla condicionante para el centrocampista del Real Madrid.

Pese a que el ritmo frenético del partido se calmó, el Liverpool siguió mandando en ocasiones aunque sin fortuna de cara a la portería del Real Madrid, para el que era una gran noticia que el resultado al descanso se marchara 0-0.

La segunda parte comenzó igual que la primera, con los de Klopp llevando las riendas y un Courtois brillante, responsable de que el Madrid mantuviera impecable en la memoria el exitoso partido de ida.

Entre ocasión y ocasión del Liverpool, muchas propiciadas por inexplicables despistes blancos, el Madrid gozaba de alguna que no lograba materializar. Así, cuando el partido se acercaba al 70, un buen pase de Valverde dejó a Vinícius solo ante Alisson, pero el balón se quedó en las manos del portero y el delantero volvió a sonreír a sus fantasmas.

El tiempo corría en favor del Madrid, que conservaba el resultado, y Zidane trató de no perder la ventaja dando entrada a Odriozola para adelantar a Valverde y dar descanso a Kroos, fundido, y cambiando a Vinícius, idem, por Rodrygo.

Sobrepasada la barrera del 80, la mejor noticia para los blancos era precisamente que el marcador no se había movido de su sitio en todo el partido. Ahí Zidane decidió meter a Isco por Asensio y buscar otra baza en el ataque, descompensado con una férrea defensa en la que destacaron, una vez más, unos impecables Nacho y Militao, que han sabido mantener el nivel pese a ser como los adolescentes que se quedan un ‘finde’ en casa sin padres.

Con el nerviosismo de ambas partes al ver el crono correr, el partido llegó a su final, sin goles en Anfield. El Real Madrid, con un mérito de aplauso dadas las circunstancias, regresa a semifinales por primera vez desde 2018, año en que ganó su decimotercera Copa de Europa, tercera consecutiva. En el último escalón antes de la final de Estambul, los de Zidane se medirán al Chelsea de Tuchel. La primavera.

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El Chelsea resiste al Porto y espera al Liverpool-Real Madrid para conocer su rival

El Chelsea perdió (0-1) contra el Porto pero se llevó la eliminatoria de cuartos de final de la Champions League gracias al buen partido de ida (0-2). El encuentro, que se disputó en el Ramón Sánchez-Pizjuán de Sevilla por las restricciones de movilidad entre Gran Bretaña y Portugal, sirvió para dar a conocer el que será rival del vencedor del cruce entre el Real Madrid y el Liverpool.

Una chilena de Mehdi Taremi en el tiempo añadido fue insuficiente para que el Porto pudiera eliminar a un Chelsea que hizo bueno el 0-2 de la ida y que pasa a semifinales de la Champions League, por primera vez en siete años, pese a la derrota de este martes en Sevilla (0-1).

Serán los ingleses los que marchen a semifinales, por primera vez desde la temporada 2013-2014, a la espera de Real Madrid o Liverpool, con un fútbol de control, prescindiendo de la figura del ‘nueve’, que desesperó a un Porto que echó de menos más calidad individual y que no pudo repetir el milagro que ya logró contra el Juventus de Turín.

Los de Sergio Conceiçao intentaron lo que tenían que intentar para levantar una eliminatoria prácticamente perdida en la ida. El 0-2 dejaba escasísimas opciones a los portugueses, que las exprimieron en una primera parte en la que merecieron más que el 0-0 con el que se marcharon al descanso.

Al contrario que el Atlético de Madrid en octavos, el Porto sí salió a por el encuentro y frecuentó más el área de Mendy que los ingleses la de Marchesín.

Corona, el ‘Tecatito’, fue el hombre que pudo cambiar el signo de la eliminatoria. Suyas fueron las ocasiones más claras para acercar a los portugueses al milagro, pero estuvo más incisivo que acertado. Mendy, nervioso con los pies, le entregó una pelota franca cuando intentaba sacar el balón, pero el mexicano no atinó con la portería.

Cuando minutos después le ganó la partida a un blando Ben Chilwell y se plantó delante del arquero senegalés, pero tampoco supo definir. ‘Tecatito’ tuvo en su mano meter el miedo en el cuerpo a los ingleses, pero los de Tuchel se fueron indemnes a la segunda parte y le metieron cloroformo al partido.

Recuperaron el mando del juego, adormecieron al Porto e incluso pudieron adelantarse con un pase de la muerte que remató con una espinilla Christian Pulisic. Se acercó Mehdi Taremi, con un plácido cabezazo que paró Mendy, pero el Porto nunca pareció estar en posición de crear el mismo peligro que en la primera mitad.

Sin embargo, marcó uno de los goles más bonitos de la competición. En el minuto 93, Taremi marcó una espectacular chilena, poco antes de que Clement Turpin sellara el final del encuentro terminando con la aventura de los portugueses, que se llevan consigo la vida del Juventus.

El Chelsea jugará sus primeras semifinales en siete años, contra el ganador del cruce entre Real Madrid y Liverpool. Sus octavas semifinales en la máxima competición, las primeras desde que le eliminó el Atlético de Madrid antes de perder la final de Lisboa ante el Real Madrid.

El dueño del PSG blinda la puerta de salida a Neymar y Mbappé: «No tienen excusa para irse»

El París Saint-Germain dio este martes por la noche un paso de gigante hacia el gran objetivo que llevan persiguiendo desde hace una década, cuando su presidente compró el club con una sola idea: ser campeón de Champions. Tras quedarse con la miel en los labios el año pasado cayendo en la final contra el Bayern, este año se han vengado de los bávaros apeándoles en cuartos de final.

Si hay dos futbolistas responsables del éxito del equipo parisino, con el permiso de Keylor Navas que está firmando una temporada estelar en Europa, estos son Neymar y Mbappé. Sin estar descubriendo nada ahora, dos de los mejores futbolistas del mundo son los indiscutibles líderes en el terreno de juego, habiendo sumado en esta fase eliminatoria cinco goles por parte del francés y dos asistencias del brasileño.

Medio continente está pendiente del futuro de ambos, sobre todo en Madrid por Mbappé y en Barcelona con Neymar, con sus renovaciones todavía sin firmar y sus contratos expirando en 2022. Sin embargo, pese a los rumores de que estos podrían salir este mismo verano, el dueño del club, Nasser Al-Khelaifi se ha mostrado tajante con respecto al futuro de ambos y se niega a dejarles salir.

«Hemos invertido mucho en este club para ganar la Liga de Campeones y todos los trofeos en juego. Neymar y Kylian (Mbappé) no tienen excusas para irse», comenzó asegurando en declaraciones para RMC Sport, poco después de afirmar para Sky Italia que «Neymar jugará el próximo año en el PSG y se quedará muchos años».

Según el gurú del mercado de fichajes Fabrizio Romano, la situación con las dos estrellas del PSG está encaminada para los franceses. El contrato de Neymar está listo y preparado para ser firmado mientras que las conversaciones para la renovación de Mbappé ya han comenzado, aunque no hay ningún acuerdo alcanzado todavía.

«Tengo confianza en este equipo, siento que ha crecido, que tiene más experiencia. Este año hemos ganado al Manchester, a un gran Barcelona y al Bayern, que para mí es el mejor equipo de Europa. Ahora tenemos que pensar en la liga, que también es importante», añadió el empresario catarí.

Nueva polémica en la Premier League por la última fiesta ilegal: el español Ayoze Pérez, en la mira

Los futbolistas de la Premier League vuelven a estar bajo el foco de las críticas después de la última polémica que han protagonizado algunos de ellos. De nuevo, varios jugadores han participado en una fiesta ilegal saltándose todos los protocolos de prevención de riesgos del contagio del coronavirus.

Concretamente, han sido el futbolista español Ayoze Pérez y sus compañeros James Maddison y Hamza Choudhury los que organizaron una reunión de casi una veintena de personas que recibió el primero en su casa el pasado 3 de abril, tras la derrota contra el Manchester City, según ha informado The Telegraph.

El rumor de la fiesta se desató en redes sociales durante el fin de semana y fue su técnico Brendan Rodgers el que confirmó los hechos, asegurando que se sintió «amargamente decepcionado». «Esto es algo más grande que el fútbol. Hay que respetar lo que está sufriendo la nación y nosotros tenemos que respetar cuáles son nuestros valores dentro de nuestro club», apuntó.

El técnico acusó a sus discípulos de faltar el respeto a los ciudadanos británicos que hasta el pasado 12 de abril se encontraban en un confinamiento casi total. Los futbolistas del Leicester ya han sido castigados de manera interna habiendo estado una semana apartados del equipo, sin entrenar ni jugar, perdiéndose así el esencial partido contra el West Ham por la tercera plaza en el que los ‘foxes’ también sucumbieron.

Este miércoles concluye su sanción y podrán estar presentes en las semifinales de la FA Cup contra el Southampton que disputarán el próximo domingo.

El asistente que no concedió un gol legal a Cristiano Ronaldo se queda sin Eurocopa

El asistente que no le concedió un gol legal a Cristiano Ronaldo en el partido Serbia-Portugal (2-2), Mario Diks, no participará en la Eurocopa de este verano, confirmó hoy a Efe una fuente de la Real Federación Neerlandesa de Fútbol.

La máxima institución del balompié holandés espera que Jan de Vries sustituya a Diks como linier para la Eurocopa en el trío arbitral comandado por el árbitro Danny Makkelie, añadió la misma fuente.

La decisión de prescindir del juez de línea se da a conocer casi tres semanas después de la polémica jugada sucedida en el descuento del Serbia-Portugal, cuando el defensa Stefan Mitrovic despejó un remate de Cristiano Ronaldo después de que la pelota sobrepasase la línea de gol.

Diks no levantó la bandera para conceder el tanto y en la fase de clasificación para el Mundial de Catar 2022 no hay videoarbitraje, por lo que la acción no pudo ser revisada. Luego, el árbitro Makkelie le mostró tarjeta amarilla a Ronaldo por sus reiteradas protestas.

El colegiado pitó el final el encuentro segundos después, el astro brasileño tiró el brazalete de su selección al suelo y se marchó al vestuario indignado.

Cuatro días después, Makkelie le comunicó al juez de línea que sería reemplazado por otro compañero para los siguientes partidos. “Me dijo que quiere continuar con otro asistente porque ya no tiene confianza en nuestra cooperación”, dijo Diks al medio local Omrop Fryslan. “Realmente esperaba más apoyo, comprensión y confianza después de una exitosa colaboración a lo largo de varios años”, añadió el linier.

Makkelie, el árbitro que pito la final de la Liga Europa de la temporada pasada, ha confirmado a la prensa neerlandesa la ruptura con Diks, aunque se ha negado a explicar los motivos de su decisión. Diks había sido, junto a Hessel Steegstra, el juez de línea permanente de Makkelie durante los últimos años, pero desde hace dos semanas el primero ha sido sustituido por Jan de Vries.

Las palabras más duras de Mathieu sobre su fichaje por el Barça

Fichar por un club como el Barça significaría para cualquier futbolista dar uno de los pasos más importantes de su carrera. Pero esto no siempre es así. Jeremy Mathieu ha demostrado con sus últimas declaraciones en el diario L’Equipe que el sueño se puede convertir en pesadilla. El francés ha admitido que cuando supo que se iba a marchar al equipo catalán hizo todo lo posible para impedirlo y lo ha revelado como una experiencia muy traumática.

«No quería ir al Barça. Cuando se me acercó, era capitán en Valencia, estaba disfrutando de mi vida allí y me preguntaba: ¿voy a pulir el banquillo en Barcelona? Cuando recibí el contrato que me ofreció, redacté un nuevo contrato, en el que había un salario de un nivel entre el que recibía en ese momento y el que me ofrecía el Barça», explica el defensa que terminó relegado a una posición casi anecdótica en la entidad azulgrana. Allí terminó jugando tres temporadas después de su fichaje que le supuso al conjunto culé desembolsar hasta 20 millones de euros.

Mathieu llegó muy lejos para tratar de que esta llegada nunca se llegase a concretar. «Le mostré este contrato falso al director deportivo del Valencia, Rufete, diciéndole: Si me das esto, me quedo. Él respondió: Eso no debería ser un problema. Llamamos juntos al presidente, quien se negó. Rufete no podía creerlo … Rompí el papel y les dije: Así me voy. Comprendí que no contaban conmigo», desveló el galo que llegó a ser internacional con su selección.

En cualquier caso, también admite que disfrutó mucho de jugar con grandes jugadores y entre los que más le impresionaron cita a varios con los que compartió vestuario en la entidad azulgrana. «Obviamente, tuve la oportunidad de jugar con Messi… Pero también podría citar a Silva y Mata en Valencia, o Xavi. Me impresionó con su facilidad técnica en el campo y su sencillez fuera del campo: es un buen tipo», explica Mathieu.

Pero aún hay otra experiencia traumética que revela. Durante un partido que empató el conjunto culé en Liga, recuerda un gol en propia meta. «Me metí uno con el Barça ante el Villarreal. En un córner no veo que llegue el balón, rebota en mi pecho y se mete en la portería. Después, todos los periodistas españoles me aplastaron, como si lo hubiera hecho a propósito», concreta el futbolista que estuvo un par de temporadas en la Ciudad Condal.

El rival más duro
Dentro de este repaso a su carrera que ha hecho en el medio francés, Mathieu también habla sobre quién fue su rival más duro. «¡Diego Costa! Te da pequeños golpes de ‘perro’ para sacarte del partido. Él pisa tus pies, se disculpa y comienza de nuevo inmediatamente después. Puede que lo sepas, te acaba molestando, le respondes y te llevas una tarjeta», destacó el defensa galo que ha marcado la actualidad este domingo por estas declaraciones tan polémicas sobre su etapa en España.

Mbappé y Neymar, dos estrellas diferentes: las estrategias del PSG ponen a Kylian en el mercado

El PSG tiene ante sí meses determinantes para su proyecto. El club francés, liderado por los millones del jeque Al-Khelaifi, apostó en las últimas temporadas por armar un equipo de presente y futuro. Una ocasión perfecta para que un club del país recuperara el impacto europeo y peleara por los grandes títulos. Sin embargo, costó mucha inversión, cambio de jugadores y, sobre todo, de entrenadores. El conjunto galo no encontraba la fórmula del éxito y vio en dos estrellas su guía hacia la Champions.

Mbappé y Neymar fueron los elegidos. El PSG les designó como sus hombres franquicia. Los intocables, los mejor pagados, los líderes del vestuario pese a no ser jugadores veteranos en el club de la capital. Con todo ello lidiaron el francés y el brasileño, que pese a sus diferencias tanto en el terreno de juego como en su propia carrera, lograron establecer una de las mejores duplas del panorama continental.

El año pasado, en una Champions muy diferente y marcada por la Covid-19, el conjunto francés se vio impulsado hacia lo más alto. Todo lo que hasta entonces se les había resistido en Europa estaba más cerca que nunca. El PSG conseguía colarse en una final de la Champions, con mucho sufrimiento y dudas, pero llegando a un encuentro que pesos pesados como el Real Madrid o el Barcelona no habían conseguido. El resultado no acabó siendo favorable y el Bayern Múnich se hacía con el título de mejor club de Europa. Meses después lograrían el ‘Sextete’. El PSG, por lo tanto, tenía excusa para entender su derrota.

Sin embargo, en este nuevo inicio de temporada las cosas no han ido del todo bien. El equipo de Pochettino, que tomó las riendas del equipo a media campaña, no termina de recuperar el camino del éxito. Sigue viéndose esa falta de continuidad que, aunque se mantiene en Champions, ha dejado al PSG sin la habitual superioridad en una Ligue-1 que podrían perder. Golear al Barça ayuda, pero perder contra el Lille no. Resultados que al fin y al cabo afectan al futuro de jugadores como Mbappé o Neymar, que afrontan sendos procesos de renovación con diferentes estrategias. Tanto suyas, como del propio club.

Neymar es fijo
El brasileño de 29 años vive una situación muy diferente a la de Mbappé. Neymar es Neymar. Un jugador cuya vida extradeportiva genera más de una polémica, cada frase en redes sociales revoluciona medio planeta y cuyo impacto a nivel mundial va más allá de lo que marca únicamente el fútbol. Fichó por el PSG tras abandonar el Barcelona de la peor manera posible y a cambio de 222 millones de euros. Firmó hasta 2022. Y, a falta de un año, aún no hay renovación pública.

Sin embargo, lo que sí hay es claridad y mucho cariño. El PSG quiere que continúe. A diferencia de Barcelona, el brasileño ha encontrado un clima perfecto para vivir. Nadie le chista, nadie le critica. No hay apenas presión y en todas las polémicas que ha vivido se ha encontrado con el respaldo absoluto del PSG: desde lesiones -que siempre suelen crear un clima de víctima y verdugo- hasta casos de supuesto racismo como el Álvaro González. El PSG siempre se puso del lado de su jugador.

Neymar se divierte en el terreno de juego y da un buen rendimiento. Sin ningún dato de locura que le lleve a pelear por los grandes galardones individuales, pero lo justo y necesario para que el club y el técnico se conformen. Con esas, el brasileño se siente líder. Tanto que rompió el silencio del PSG para, en pleno ‘caso Messi’, declarar públicamente que quería jugar con él la próxima temporada. Eso, acompañado de su intención de seguir en París, era un mensaje evidente para la directiva. Un reflejo más de su potencial: manda en el césped, pero también en el proyecto.

Ese entendimiento que ambas partes han conseguido aporta la estabilidad necesaria a un club tan débil a nivel de resultados como el PSG. Y, por ello, las noticias en Francia sobre una renovación son constantes. 2026 y mismo salario son algunos de los detalles que ya se conocen del acuerdo. La firma es la que falta, pero tanto el PSG como Neymar han hecho pública su intención de continuar unidos. Ni los rumores del Barça ni las dudas en los resultados sirven para minar el vínculo brasileño-francés.

El adiós de Mbappé
El delantero francés vive una situación muy diferente. Más joven, con más retos. Y, sobre todo, con más ofertas. Mbappé sabe que tiene una oportunidad de oro para marcharse lejos de París e iniciar un nuevo proyecto. El Real Madrid le quiere y, tal y como adelantó EL BERNABÉU, si se pone en el mercado la entidad merengue intentará su incorporación. Sin embargo, no es nada fácil.

Mbappé fue una apuesta muy seria del PSG, que incluso logró encontrar una solución en la operación para esquivar el Fair Play Financiero. Muchos millones en el traspaso -180 ‘kilos’-. Su contrato es hasta 2022 y la intención del club francés era que ampliara su vinculación. Mantener a Neymar y Mbappé sería toda una muestra de músculo empresarial y deportivo. Y más si se acompañase de detalles económicos que permitieran la sostenibilidad de los franceses.

Pero, a diferencia de con Neymar, el PSG ha decidido tomar una estrategia muy distinta. Mbappé no quiere marcharse de mala manera, tal y como ha reflejado en sus diferentes comparecencias. Es feliz en París e incluso está estudiando quedarse -con la condición de que sea a largo plazo- pese a no haber ganado ninguna Champions. La clave está en el tiempo.

Una postura que en el PSG no ha gustado. El club francés ha optado por señalar públicamente a Mbappé. Y, mientras reflejan su seguridad con la continuidad de Neymar, en la entidad, por medio de Leonardo, han pasado toda la presión a Mbappé. Para renovar, han esgrimido, se necesita la cooperación de ambas partes. Y ahí es donde Mbappé queda en mal lugar para la afición gala.

A sus 22 años, el delantero galo ve en este mercado de fichajes la oportunidad de probar algo nuevo y que le catapulte al estrellato colectivo e individual. El PSG, al ver que esa estrategia de presión pública no ha tenido efecto todavía, ha admitido que dejará salir a Mbappé a cambio de 150 millones de euros. Un precio muy inferior a lo reclamado otros veranos y que muestra esa semiderrota del conjunto francés. Con más de 200 millones de pérdidas en los últimos meses, y con la necesidad de reforzarse si Mbappé se marcha, el PSG ha confirmado sus dos estrategias.

De la presión al joven galo, al cariño a un Neymar que solo mira hacia París. El cronómetro para conocer las decisiones oficiales ha comenzado.

El Sevilla tumba al líder Atlético y revoluciona la pelea por La Liga

El Sevilla consiguió sumar tres puntos ante el Atlético de Madrid en un partido muy disputado y que no se resolvió hasta los instantes finales. El equipo andaluz falló un penalti al inicio tras un paradón de Oblak, se adelantó con un gol de Acuña y deja al Atlético si colchón en La Liga y con la pelea por el liderato más igualada que nunca.

El conjunto rojiblanco, que defendía el liderato tras el parón de selecciones, se quedó muy lejos del nivel habitual en los primeros compases del duelo. Porque el equipo de Lopetegui se hizo completamente con el dominio del juego. El Sevilla, con un Rakitic omnipresente en el centro del campo, decidía el ritmo del encuentro y la dirección del balón. Los de Simeone apenas podían apostar por la defensa en busca de algún ataque rápido que pillera descolocada a la zaga hispalense. Cosa que no sucedió y que puso en serios apuros a los visitantes.

Tanto que no se había llegado ni al minuto 10 y se producía la primera polémica del encuentro. El Sevilla, que acosaba en el área al cuadro colchonero, sacó una acción de penalti muy reclamada en el Atlético. Un golpe a Rakitic provocaba la pena máxima y obligaba a Oblak a intervenir una vez más, como sucedió en la anterior jornada ante el Alavés. Ocampos recogía el balón y, luchando contra los fantasmas del Camp Nou, buscó un remate duro. Pero el atacante, una vez más, perdonó desde el penalti.

Oblak mantenía el empate con un nuevo paradón y buscaba la reacción de su equipo gracias a esta acción. Lo que podía convertirse en un revulviso para los de Simeone, pese a todo, fue la confirmación de que el Sevilla se gustaba. Centros al área, remates constantes y un control absoluto ante un Atlético sin ideas.

El Atlético sufrió durante los 20 minutos iniciales. Pero, a partir de ahí y una vez acoplados al juego, consiguieron rebajar el nivel del rival para igualar la balanza. No era suficiente, pues los ataques por banda y la lesión de Lodi -entraba en su lugar Correa- continuaban poniendo en aprietos a los rojiblancos, que se fueron al descanso con un 0-0 que valía mucho.

Acuña… y a sufrir
Bien por cuestiones tácticas o por simple estado físico, ambos conjuntos vivieron un periodo de calma durante la segunda parte. El Atlético, aparentemente, estaba mejor plantado en el terreno de juego ante un Sevilla con un ritmo menor al de la primera mitad. Sin embargo, todo resultó ser un espejismo. Primero con el gol de Acuña y luego con las sucesivas polémicas que pusieron al Atlético con los nervios a flor de piel.

El tanteo se convirtió en un golpe real en el 70′. Cuando el empate parecía el destino final, Jesús Navas se sacó un jugadón individual que transformó Acuña. Era su primer tanto y llegaba tras un centro del veterano atacante hispalense. La queja rojiblanca se producía porque, en el inicio de la jugada, había una mano del Sevilla. El colegiado, sin embargo, decidió no señalar nada tras los consejos del VAR.

El Atlético, entonces, entró en una espiral de quejas y errores. Ni acompañaban las decisiones arbitrales ni tampoco las ideas que reflejaban en el terreno de juego. Hermoso, Llorente o Trippier buscaron el empate. El Sevilla, con todo el equipo en el área defendiendo, consiguió sacar los tres puntos y revoluciona La Liga. El Atlético ya no puede fallar y aún tiene por delante el duelo ante el Barça.

Sevilla 1-0 Atlético de Madrid
Sevilla: Bono; Jesús Navas, Koundé, Diego Carlos, Acuña; Fernando, Jordán (Gudelj, m.87); Suso (Papu Gómez, 77′), Rakitic, Ocampos (Franco Vázquez, 87′); y De Jong (En-Nesyri, 62′).

Atlético de Madrid: Oblak; Trippier, Giménez, Felipe, Hermoso (Herrera, 73′), Lodi (Correa, 34′); Llorente, Koke, Saúl; Lemar (Kondogbia, 73′) y Luis Suárez.

Gol: 1-0, 70′ Acuña.

Árbitro: Jesús Gil Manzano (Comité Extremeño). Amonestó a los visitantes Felipe (5′), Luis Suárez (56′), Llorente (78′) y Kondogbia (86′) y a los locales Diego Carlos (9′) y Acuña (56′).

Incidencias: Partido de la vigésima novena jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán. Sin público.

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El Chelsea aprovecha su pegada y sentencia al Oporto sin lucidez

Victoria del Chelsea en el Sánchez Pizjuán ante el Oporto. El conjunto de Tuchel, que no llegó a brillar en ningún momento como hizo en la vuelta ante el Atlético de Madrid, tiró de defensa y de un tanto inicial de Mount para centrarse en el papel defensivo. El Oporto lo intentó, pero los blues aguantaron el marcador y en el tramo final aprovecharon el más mínimo error para sentenciar con el segundo.

Las sensaciones nunca estuvieron en el bando del Chelsea. Al menos eso parecía. Ni la superioridad técnica de la plantilla, ni la historia que debería llevar al conjunto inglés a dominar el partido, fueron suficientes para que los de Tuchel tomaran el rol de equipo que arriesgaba. Sabían lo que hacían. Y el Oporto, que en su heroicidad de llegar hasta cuartos ha dejado ver sus puntos débiles, acabó pagando cara esa falta de puntería en la portería rival.

El equipo luso se hizo con el protagonismo de los primeros minutos. Apretaron arriba, se hicieron con la posesión y buscaron el área constantemente en los compases iniciales. El Chelsea, tranquilo, aguantaba atrás. Díaz remataba primero en el 12 y poco después probaba Uribe con un remate alto. Finalizar era importante, pero sin alcanzar los tres palos de poco servía.

Mientras los goles y ocasiones caían en Múnich en la otra eliminatoria, en el Sánchez Pizjuán, con el Oporto ejerciendo de local, las oportunidades eran pocas. Los córnes llegaban para los portugueses, pero ese remate por alto no se producía. Ni Sanusi, que rozó el palo, consiguió adelantar al Oporto.

Tanta ocasión perdida, y con el cuadro local centrado en el ataque, el Chelsea acometió la ‘puñalada’ determinante. La del golpe que menos se espera. Mount, en el 32′, respondía al dominio del Oporto con un gol en la primera ocasión inglesa. Los portugueses se quedaban descolados y la primera parte finalizaba como empezó el partido: con el balón creando peligro en el área de Mendy.

Chilwel castiga los errores
El Chelsea consiguió tomar posiciones en la segunda parte, aunque esa brillantez de otras ocasiones continuaba sin llegar. No les hacía falta, pues con una actuación a medio gas les estaba bastando para mantener la portería a cero y, además, ir ganando con una sola ocasión en su haber. El guion, tras un remate de Werner que estuvo cerca de dar el susto, continuó siendo el mismo.

Menos ocasiones respecto a la primera mitad, pero mismo planteamiento de un Oporto que no terminaba de generar esa ocasión sencilla que transformar ante el muro blue. Marega fue ganando protagonismo y buscó el empate. Y, a diez para el final, el Oporto buscó un tanto con varios cambios. Pero no hubo manera. La única modificación que se produjo fue la del gol de Chilwell, que tras un error en defensa situó el 0-2 definitivo y que prácticamente deja sentenciada la eliminatoria.

Oporto 0-2 Chelsea
Oporto: Marchesín; Manafá (Francisco Conceição, 83′), Mbemba, Pepe, Zaidu; Grujic, Uribe, Otávio (Fabio Vieira, 83′), Corona; Luis Díaz y Marega (Toni Martínez, ’83)

Chelsea: Eduardo Mendy; Andreas Christensen, Cesar Azpilicueta, Antonio Rudiger, Jorginho; Benjamin Chilwell, Reece James (Thiago Silva, 80′), Mateo Kovacic (Emerson, 92′), Timo Werner (Pulisic, 65′); Kai Havertz (Giroud, 65′) y Mason Mount (Kante, 80′).

Goles: 0-1, 32′ Mount; 0-2, 85′ Benjamin Chilwell.

Árbitro: Slavko Vincic (Eslovenia). Amonestó a Mbemba, Grujic y Sergio Conceiçao, del Oporto.

Incidencias: Partido de ida de cuartos de final disputado, debido a la pandemia de la Covid-19, en el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán de Sevilla sin público.

La Eurocopa también se jugará en San Mamés con público: 13.000 personas podrán ver a España

España podrá jugar con público en el Nuevo San Mamés durante la Eurocopa de 2021. El departamento de Salud del Gobierno Vasco ha confirmado que podrá entrar hasta un 25% de aforo durante los partidos que la selección jugará en este coliseo, así como en el partido de octavos de final que acogerá esta sede. Hasta 13.000 espectadores podrán presenciar los encuentros que la Selección jugará frente a Suecia, Polonia y Eslovaquia.

Aún se desconoce cómo será el procedimiento para que, todos aquellos que habían comprado una entrada, puedan decidir si acudirán al encuentro determinado y cuál será el orden de preferencia si hubiera más personas seleccionadas por encima del aforo. En los próximos días la UEFA hará un comunicado explicando cuestiones como estas, así como de las condiciones que habrá en el resto de las sedes en las que se jugará el torneo.

En cualquier caso, se trata de un compromiso y no de una decisión. Las cantidades concretas de aforo se decidirán en función de la evolución de la pandemia. Condicionantes como la cantidad de población vacunada en ese momento, datos epidemiológicos y las restricciones que existan en ese instante serán trascendentales para determinar si será ese 25% o una cifra inferior. En cualquier caso, la determinación transmite tranquilidad a UEFA que veía una prioridad que hubiera público durante el campeonato.

Los estadios
Roma, Olimpico en Roma
11 de junio, Turquía – Italia
16 de junio, Italia – Suiza
20 de junio, Italia – Gales
3 de julio, uno de los partidos de cuartos de final

Bakú, Olympic Stadium
12 de junio, Gales – Suiza
16 de junio, Turquía – Gales
20 de junio, Suiza – Turquía
3 de julio, uno de los partidos de cuartos de final

San Petersburgo, Saint Petersburg Stadium
12 de junio, Bélgica – Rusia
16 de junio, Finlandia – Rusia
21 de junio, Finlandia – Bélgica
2 de julio, uno de los partidos de cuartos de final

Copenhague, Parken Stadium
12 de junio, Dinamarca – Finlandia
17 de junio, Dinamarca – Bélgica
21 de junio, Rusia – Dinamarca
28 de junio, uno de los partidos de octavos de final

Ámsterdam, Johan Cruyff Arena
13 de junio, Holanda – Ucrania
17 de junio, Holanda – Austria
21 de junio, Macedonia del Norte – Holanda
26 de junio, uno de los partidos de octavos de final

Bucarest, National Arena Bucharest
13 de junio, Austria – Macedonia del Norte
17 de junio, Ucrania – Macedonia del Norte
21 de junio, Ucrania – Austria
28 de junio, uno de los partidos de octavos de final

Londres, Wembley Stadium
13 de junio, Inglaterra – Croacia
18 de junio, Inglaterra – Escocia
22 de junio, República Checa – Inglaterra
26 de junio, uno de los partidos de octavos de final
6 de julio, semifinal 1
7 de julio, semifinal 2
11 de julio, final

Glasgow, Hampden Park
14 de junio, Escocia – República Checa
18 de junio, Croacia – República Checa
22 de junio, Croacia – Escocia
29 de junio, uno de los partidos de octavos de final

Bilbao, Estadio de San Mamés
14 de junio, España – Suecia
19 de junio, España – Polonia
23 de junio, Eslovaquia – España
27 de junio, uno de los partidos de octavos de final

Dublín, Dublin Arena
14 de junio, Polonia – Eslovaquia
18 de junio, Suecia – Eslovaquia
23 de junio, Suecia – Polonia
29 de junio, uno de los partidos de octavos de final

Múnich, Football Arena Munich
15 de junio, Francia – Alemania
19 de junio, Portugal – Alemania
23 de junio, Alemania – Hungría
2 de julio, uno de los partidos de cuartos de final

Budapest, Puskás Aréna
15 de junio, Hungría – Portugal
19 de junio, Hungría – Francia
23 de junio, Portugal – Francia
27 de junio, uno de los partidos de octavos de final